miércoles, 3 de agosto de 2011

Crónicas del castillo y el castro de Borneiros.















Menos mal que hemos dado una pandilla del "que fluya", jajaja, porque lo que se prepara el día anterior, no suele ser lo que ocurre en la realidad del viaje.
Hadri salía "armado hasta las cejas" porque "como J. y yo ya hemos conquistado el Castillo templario de Ponferrada, ahora nos toca conquistar el de Vimianzo", jeje.
Nos juntamos de nuevo cuatro familias, con siete niños que hicieron las delicias de todos. El juego libre fué la tónica del principio al fín. La visita al castillo fué por la mañana, comimos en una tranquila área recreativa con mesas, árboles, parque, y sin estrés salimos para el dólmen de Dombate, por recomendación de la persona encargada de la información turística enVimianzo. La verdad, jeje, es que el dólmen les interesó bien poco, y antes de empezar lo que pensábamos que sería una tarde de ruta de más dólmenes, nos dijeron que visitáramos un castro celta que había allí cerca, y así lo hicimos.
Aquello sí que les gustó, y ya no pudimos salir de allí. Toda la estructura de la aldea celta, se conservaba en un entorno precioso de bosques y ladera de montaña, y esa aldea hizo las delicias de los juegos de los chicos que se alargaron ya toda la tarde. Los chicos montaban defensas de los ataques de los pueblos vecinos, las chicas iban a lavar la ropa todas juntas, había una yegua a la que había que cuidar, hubo discusiones "conyugales" porque yo vivo en esta casa contigo, no que yo quiero vivir en esta yo solo, jajaja. Una gozada para los adultos que holgazaneamos lo que nos dió la gana, bajo los árboles, viendo como se organizaban "los juegos castrenses".
(La reflexión de siempre es que si la vida se pudiera organizar así, tan simple, en una aldea y en comunidad, sería todo tan infinitamente fácil....jeje).

No hay comentarios:

Publicar un comentario